sábado, 17 de marzo de 2012

CAMINADO ENTRE SANGRE Y ARENA

Después de una larga ausencia de esta página vuelvo a retomar la comunicación para compartir una situación que hizo cambiar de una senda, que en su momento despertó grandes pasiones, a otra que depara alegrias sabias. En una época de mi vida transité por la senda de la mal llamada fiesta brava y que a Dios gracias y por medio de un cuñado la abandoné. Espero leer sus comentarios y criticas a ese mundillo que une el sol, la sangre, la arena, los aplausos, el sufrimiento y la muerte de un ser en medio de alegrias.
MUERTES QUE ALEGRAN

El aire con sabor a hierba
colmaba sus sanos pulmones
variados sonidos brillaban
atrapados en sus grandes orejas
sus ojos recorrían su amplio reino
su harén correspondía
amores con
amables mugidos,
deliciosamente disfrutaban,
sentíase rey en su territorio.

Sus hijos crecían…
unos desaparecían,
una suave mañana cualquiera
el sol acariciaba su lustrosa piel;
unos caballos se acercaron
con varas largas
los jinetes lo extirparon de su feudo
lo encerraron en fría celda
ruidos extraños como cortejo fúnebre
sirvieron de escolta
su nueva vivienda fue compartida
solo con bramidos tristes
acompasados con compañeros de prisión…
aquellos que lo abandonaron uno a uno,
gritos de alegría recogía su cerebro
no emitidos por los suyos,
también gemidos lastimeros
que si lo eran;
oscuridad tenebrosa lo envolvía
lo sacaron de su nueva celda
sus carnes fueron lanceadas
vio luz radiante al final
galopó en búsqueda de libertad
el sol que no era su sol amado
lo cegó unido con la arena
sus oídos se aturdieron con gritos de
alegría
seres extraños lo asediaron
los quiso atacar…
su espalda recibió duro castigo
aguijones traspasaron su piel
solo aplausos y risas escuchó…
lacerado persiguió seres huidizos
su cerebro se arrugaba de dolor
a raudales su sangre lo abandona
solo aplausos y risas escuchó…
silencio de muerte;
elemento frio penetró sus carnes
solo aplausos y risas escuchó…
otro
metal frio su cruz torturó
sus fuerzas ya no eran
con mirada apagada recorrió;
recorrió la arena manchada con su
sangre…
mullido suelo acogió su cuerpo
solo aplausos y risas escuchó…
su cuerpo ya ausente de movimiento
sangre inundó sus ojos
lagrimas brotan
un golpe en su cuello
su cuerpo se estira
solo aplausos y risas escuchó…
lentamente fue sacado
sus carnes se estremecen de dolor
la muerte lentamente
lentamente se enseñorea de su cuerpo
su nariz percibió aromas de campo
el llamado suave de su harén;
la amarga realidad regresó
cuando solo aplausos y risas escuchó…