Deseo compartir un poema que nos ubica en el tiempo anterior a la leyenda de "EL DORADO" y que marcó el intereés del conquistador español.
TRISTEZA EN LAGUNA
" AMOR
Viene en el ser sin forma presentada,
viaje en la voz con indeciso vuelo,
desata la palabra estremecida
y asciende por la escala del anhelo"
LAURA VICTORIA
Al amparo de las sombras
la hermosa Chía se maquilla
aprovechando la sacra laguna
como níveo espejo.
¿Por qué el agua es nuestra vida?
¿Por qué para mi es muerte?
¿Por qué fue mi ruina?
Es la vida de mi raza
sin ella reina la muerte.
Ahora mis lágrimas de hombre
acrecientan su caudal,
Laguna de Guatavita.
No quisiera recuerdos
luchan por salir
los pretendo ahogar
la chicha no me narcotiza.
Los lujos me aburren
las finas mantas
las ollas primorosas
las esmeraldas
las aborrece mi ser.
Las fragancias, otrora agradables
me producen repugnancia;
las antorchas y fogatas
exhalan luces negras.
El amor no existe
solo vacíos profundos.
Mis vasallos son molestos
la cabeza pretende ignorar
la realidad de mis bastos dominios,
los ejércitos vagabundean
caminan cual samuros acéfalos.
Era toda una diosa
encarnada en mujer
bella entre las bellas;
muchos caciques asediaron
tribus apetecieron como princesa.
Tortuoso fue la senda
logre llegar a ella.
mi gran amor fue recompensado,
mi tribu irradió alegría
no por pocas lunas,
vino prosperidad,
la felicidad acompañante
demoró en marcharse.
Un día engendró una joya
hermosa chiquilla;
el mensajero la anunció
solo inspiró desprecio
al mirarla dibujó una sonrisa
me postré como esclavo;
rebosante de júbilo
dejé que redujera
tiempo a mi esposa.
Responsabilidades se aumentaron
distintas mujeres me buscaron
las horas resbalaban
obligaciones me adsorbía,
llegaron bacanales…
y el fuego del amor
pareció apagarse.
Ella quedó desamparada
mis olores se alejaron.
Su belleza, mis deberes
se enlazaron en cruel destino;
mis guerreros la sitiaron
enjambres de ojos
inundados de lascivia..
Ello no ocupó mi mente,
seguía hermosa
embriagadoramente bella.
Aún me buscaba con ardor
menospreciaba sus encantos,
el placer se conjugaba
al juguetear con mi hija.
Hace unas lunas
la cacica solicita me atendía
con totumadas de fermento,
bebidas con avidez
los sentidos se ausentaban.
Las primeras semanas
de cuando en cuando
después ya rutina
Cuando las sombras caían
uno de mis guerreros
el mas fiel de ellos
merodeaba el bohío
parecía vigilarlo,
y lo agradecí.
Mi cacica impaciente
miraba arrobada el lugar
donde el mocetón desaparecía.
Una de las ancianas
una mañana cualquiera
con mirada maliciosa
como ocultado secretos
preguntó solícita:
"¿Como llegó la Princesa?
Porque madrugó a llegar"
reí mirándola con desprecio
una aguda lanza penetró
mi corazón casi revienta.
La bella Chía apareció
me negué a beber
mantas abrazaron mi cuerpo;
sus gráciles pies inquietos
la llevaban a la puerta
su mente la hacía regresar;
llamarada de celos refulgieron
mi cuerpo tembloroso fingió dormir
Abrigándose intentó salir;
susurré su nombre,
sus huesos se estremecieron...
se acercó erizada.
Cuando la blanca Chia
abandonaba su reino
entregándolo a Sua
fui a buscar al mohán mayor
convirtió a doce de sus fieles
en búhos y lechuzas,
esa noche bebí desesperado.
Los insomnes animales
la seguían, lo miraron todo.
los rayos dorados del astro rey
acariciaron mi cara
con ellos llegaron los espías
acompañados de miedo
narraron los hechos.
Con la decrépita mujer
organizamos el festín,
la princesa lucia esplendorosa
su mirada escrutaba rostros
no encontró el rostro anhelado,
llegó el momento del banquete
ante sus ojos apareció
aparentemente y bien aderezado
un corazón de venado
lo consumió con desgano
sus ojos fueron lagunas
sospechando tragedia.
Luego el plato principal.
reconoció el miembro viril de su amante
lanzando gritos desgarradores
desapareció enloquecida..
Mis zalameros nobles rieron
pensé libando néctar de maíz,
"ya todo concluyó".
Lo peor estaba caminando.
La nodriza de mi caciquilla
temblando desgranó los hechos
"Llegó al bohío real
testigo de amores puros
abrazó la pequeñuela
quiso mi compañía
subimos trabajosamente
apareció la laguna,
entre mis lágrimas presencie:
su manta hecha jirones
sus tiernos pies bañados en sangre
el rostro lacerado por las hojas
lagrimas corriendo a raudales
Chía iluminaba la noche..
la naturaleza se paralizó
el silencio era el rey
parecía presentir la tragedia
trabajosamente trepó la roca
sus ojos se llenaron de laguna
aprisionado a su hija
me ordenó relatarlo todo
se lanzó buscando el abrazo líquido
gritando: "¡Bachué socórreme!!!
ambos cuerpos besaron las aguas"
Una lanza grande, muy pesada
atravesó mi corazón
entre nubes negras
logré construir una orden:
¡¡Corramos a la laguna,
las podemos rescatar!!!
Ya se había aquietado
los árboles en silencio.
Chía se reflejaba en su superficie
tarde comprendí cuanto la amaba
no solo a ella, a las dos.
El mohan mayor espumado
ordené a mis chamanes
realizar sus mejores conjuros
a los guerreros iluminar la noche,
los nadadores a caminar su fondo
El tiempo siguió con lentitud
el recorrido trazado por los dioses.
Uno de los hombres emergió
transportaba a la niña en brazos
el cuerpecillo dorado sin ojos
consumidos por la serpiente sagrada,
ordené su regreso a la tumba de oro...
El bohío crece cada día
la soledad es fiel compañera.
Un rumor caminó por el caserío,
uno de los nadadores
vio a mi princesa feliz
en un palacio sumergido en lo profundo
se había desposado con el rey serpiente.
Después otro...
la cacica se paseaba sobre las aguas
en noches de plenilunio
hablando de tiempos futuros
de hombres sanguinarios
fieras sedientas de oro
demoliendo aldeas
violando ,segando vidas.
Estos los menosprecié
mis ojos añoraban su rostro
mi cuerpo se moldeó en sus orillas
el bohío no volvió a mirarme
la vi levitando en sus aguas
y pregonando desastres,
tomaba su etérea mano
mi boca buscaba infructuosa la suya
luego la abrazaba...
muchas veces mis guerreros
me retiraban suavemente
de esa roca a la cual me aferraba
cubriéndola de besos.
Mis vasallos la aderezaron con obsequios
su fondo en pleno día casi brillaba
pretendían calmar la sed de dioses
evaporar la tragedia anunciada.
Laguna de Guatavita
tus gotas vitales para mi pueblo
son para mi, torturas inconmensurables.
Jorge David Castellanos Velandia
“Indígena Blanco”
Belén, 20/09/07
Bibliografía
ARANGO CANO, JESÚS. Mitos, leyendas u dioses chibchas. Plaza & Janés Editores- Colombia Ltda. 1988.
CONDEZA VON PODEWILS-DÜRNIE, GERTRUDIS. Chigys Mie (Cosas pasadas) Editorial Cromos. 1930
GALINDO CABALLERO, MAURICIO, CARLOS AUGUSTO GARCIA LÓPEZ Y JORGE VALENCIA CUELLAR. Mitos y leyendas de Colombia, tradición oral indígena y campesina. Intermedio Editores.
LÓPEZ OROZCO, ASDRUBAL. Editorial Educativa Kolor. Primera edición